martes, 26 de abril de 2011

Estoy a tu lado,
deshaciendo eslabones de arterias
desbaratando el gris de los enebros.
Tejiendo el día
-como mariposa ahogada-
esperando de nuevo la metamorfosis…

Volviendo verde la ignorancia.

Soledad Perera
"En el desván del silencio"

viernes, 15 de abril de 2011

No era mi intención entrar en “una liza” y lindar con él hasta desfallecer.
Quería hacerle entender que estaba muy lejos de ser sirena, primero porque no soy híbrido ni quiero serlo, y segundo porque no utilizaba mis palabras como somnífero o dormidera engañosa hacia él. Sólo dialogaba con las herramientas humanas que tenía a mi mano y salían directamente y espontáneamente de mí.

Tampoco hacía falta que taponase sus oídos con cera ni se atase al mástil de la nave para no ceder ante mi música o mis cánticos, para él, embelesadores:

-No Ulises, no me considero una mantis religiosa, no te devoraré ni antes, ni mientras, ni después  de una cópula dialéctica-. En un duelo semántico que sólo viste las horas y alimenta al tiempo de estrellas fugaces.
Por mi parte eres LIBRE, libre en todos los sentidos y si mis escritos llegaran a embelesarte o confundirte alguna vez, lucha para que nunca la luz ciegue tus ojos.
Ayer eras Jasón, ahora Jenofonte y yo con estas letras he dejado claro que no soy Agláope.  Jenofonte pecaba de ser algo “olvidadizo”…y yo intuyo que has levantado una barrera para no recordar…y quieres ser tan grande y poderoso como un cíclope desnudo ante una realidad que no se acopla a tus deseos.
Desciende al mundo de los VIVOS, donde todo no siempre caza con las piezas de un puzzle con un Copy Right propio.
En el Jardín del Edén,  y tú bien lo dejaste reflejado en tu “Anábasis”,  también se ven animales enjaulados, privados de libertad…porque la misma vida limita (seguro que tú lo sabes) limita, cerca e impide soñar ingenuamente sin caerte a un pozo, levitando sobre el fértil damero de una tierra que ruge.


Soledad Perera

·  La perfección de la propia conducta estriba en mantener cada cual su dignidad sin perjudicar la libertad ajena - (Sir Francis Bacon) –

Detrás de este papel en blanco, laten LAS PALABRAS.
Inmaculadas y desnudas, se deslizan entre las yemas de mis dedos, buscando la verticalidad de los cipreses, donde mi pluma no llega, donde sólo, quizás, mis sueños habitan.
Ausentes mis manos de alas, la noche teje pasillos de seda, mudos y silenciosos. A solas, durmiendo al insomnio y, como niña que ha perdido sus sandalias, me aferro a mi sombra, confidente de mi eco.
Tal vez mañana regresen a mis manos salpicadas de estrellas y me describan un vuelo que embelese mi alma, o tal vez... se pierdan para siempre en la oscura capa de la noche, fuente inextinguible de misterios.

Soledad Perera
 "En el desván del silencio"    
Hoy el tiempo se ha detenido
entre el verdor de los laureles.
Los campos de trigo
agotaron todo el sol
en las palmas de mis manos.

Las viejas agujas
del reloj de la torre
flotan, difuminadas,
en una luna de nácar.

Verdes, ocres, amarillos..
Azul.

Hoy abrazo este silencio
de campanas.

Más tarde,
al amanecer,
iré a buscarte al estanque de los peces rojos.

Y llenaré mis bolsillos
de secretos.

Soledad Perera
"En el desván del silencio"